¿Vacas sagradas o Vidas Sagradas y Consagradas?
Primera Parte
por Armando Araujo
Haciendo un recorrido por nuestras Iglesias Evangélicas en Latinoamérica, uno se encuentra y nota la gran diferencia que hay en el mover de un culto a otro, las formas de liturgias son tan típicas, folclóricas y tradicionales. Por las costumbres de cada país y por su idiosincrasia uno puede entender la forma de conducirse en la alabanza que son propios a sus costumbres y folclor, pero no así en algunas cosas que no van dentro del proceso y desarrollo de la Iglesia. Encontramos detalles tan marcados que hacen diferenciar y que no entran en una verdadera alabanza a Dios. En vez de encontrar Vidas Sagradas y Consagradas encontramos Vacas Sagradas, ¿Qué esto de Vacas Sagradas? Son aquellos o aquellas cosas, personas y costumbres que son intocables, se les rinde un culto y ocupan un lugar especial. Un ejemplo para entenderlo es el hecho que en la India las Vacas son sagradas nadie las puede tocar así el pueblo tenga hambre, donde se les rinde culto y hasta fiestas se hacen en su honor; también en la India se le rinde culto a las Ratas donde nadie las puede matar y en su honor se le rinde culto en un lugar sagrado exclusivamente para este animal, y así sucesivamente en una serie de elementos y lugares que son sagrados.
Lamentablemente en la mayoría de las Iglesias Evangélicas hay un lugar para las Vacas sagradas, un ejemplo de ellos es tener un piano que fue adquirido en tal fecha y como ya el pobre piano no da la talla ni tiene la manera de hacerle reparación, se le tiene un lugar especial en el templo para que la gente que llegue y lo vea se admire pero sin dar un resultado, solo ocupa un lugar y si alguien pregunta sobre el piano, no se extrañe que habrá una persona que le dará una síntesis biográfica del piano dándole un lugar y culto especial, el piano es inamovible y hay a quien se le atreva proponer que ese piano se venda o se saque ya que no da ningún resultado, porque de seguro se encontrará con una comisión que se dedica a cuidarlo y a hacer remembranza de quien fue la persona que lo trajo por primera vez.
Así como el piano se constituye en una pieza de Vaca sagrada en nuestras iglesias, también los hay con otros instrumentos musicales, a unos que se les permite ser bienvenidos y que sean tocados, a otros no son considerados aptos ni sacros para ocupar un lugar en el templo porque se les consideran paganos.
También hay Vacas sagradas en este aspecto, las sillas, las cortinas, el pulpito, el objeto donde se depositan las ofrendas si es bolsa, caja de madera, si es sobre de papel o de cuero, o cualquier otro objeto que sea, hay un sentido de pertenencia no porque den un servicio en su momento sino por lo que representa dentro de las costumbres tradicionales que la iglesia lleva por años en ese lugar, sin permitir que algo los pudiera sustituir, ya que si se les toca para sacarlos de circulación para dar lugar a otro estilo, algunos se levantarán celosamente a defender a dichos objetos ya que si se les cambia se van de la iglesia, otros aún más radical lo llevan a sus reuniones de asambleas para solicitar y hacer defensa a un derecho de palabra para que dichos objetos no sean cambiados, porque su defensa es que “aquí se ha mantenido y se ha hecho así por años y nadie puede cambiarlos”.
Que tal sería, que estas defensas que se hacen celosamente, se hicieran así para proponer a la predicación en lugares nuevos, enseñar, evangelizar, orar, visitar, iniciar obras misioneras locales o nacionales, pero lastimosamente así no ocurre. Se está más pendiente de las cosas materiales que ocupan un lugar en el templo que por lo otro que es lo más importante, urgente y necesario para hacer.
continuará ...
