No todo está perdido

No todo está perdido
por Armando Araujo

Es muy probable que alguna vez haya oído estas palabras que desalientan y desaniman: “No tienes más oportunidad, no hay nada más que hacer, hasta que no cambies, aquí no tienes entrada”. Se imaginan si estas palabras Jesús se las hubiera dicho a la mujer adultera traída delante de él por aquellos que supuestamente consideraban que estaban haciendo lo correcto y se consideraban rectos en tomar determinaciones acertadas. Basta una sola palabra de aquel que conoce todas las intenciones del corazón para decir: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella' Juan 8:7.

Para aquella mujer todo estaba perdido, no había esperanza de nada ni de nadie, le esperaba nada menos y nada más que se cumpliera una ley que en un instante acabaría con su vida. Esta mujer había perdido ya toda esperanza y compasión de que alguien se apiadara de ella. Pero dentro de todo este escenario está Jesús, solo Él puede aprobar vía libre para que se cometa contra ella el más aberrante deseo y maquinación de unos perversos corazones pero con apariencia de cumplidores de la ley, pero en el corazón y propósito de Jesús estaba el amar, perdonar y dar una nueva oportunidad.

Para Jesús nada está perdido, aunque los hombres lo consideren así, para Él, todo ser humano tiene una nueva oportunidad de cambio, toda persona es importante y valiosa para nuevos valores; solo una palabra suya hizo que cambiara toda la escena contra aquella mujer “Ni yo te condeno, vete y no peques más”. Es Jesús, quien abre y ofrece la puerta a nuevas oportunidades, solo Él puede cambiar las situaciones criticas de la vida aun cuando el pecado sea el más sucio y denigrante. Otros señalaran para acusar, pero Jesús señala un nuevo camino de oportunidades de cambio.

No todo está perdido, así el horizonte llegue a oscurecerse por un tiempo, siempre habrá una luz que asomará y brillará. Jesucristo es el bálsamo para curar, sanar, amar, perdonar y salvar al pecador. Todavía hay esperanza.

Todavía hay Esperanza


“Traigan Bálsamo para su dolor ...” Jer. 51:8