¿Vacas sagradas o Vidas Sagradas y Consagradas?- Tercera Parte

¿Vacas sagradas o Vidas Sagradas y Consagradas?
Tercera Parte

por Armando Araujo


Hay una Denominación Cristiana Evangélica que tiene por costumbre y como “vaca sagrada”, sentar a las mujeres de un lado y a los hombres del otro lado, como familia no pueden sentarse juntos, y si lo hacen se les tiene como rebeldes y hasta se les puede aplicar una disciplina por esto. Esta misma denominación no permite que ningún instrumento musical sea bienvenido, hay que cantar Acapela es decir a voz en cuello. Las mujeres no pueden hablar en la congregación, no se les permite que se maquillen, ni usen pantalones ni joyas. ¿No es esto vacas sagradas con tradiciones y ritualismo?.

Se pueden contar innumerables experiencias que apuntan a tener “vacas sagradas” en nuestras iglesias evangélicas, que solo han permitido a enclaustrarse y no avanzar hacia una verdadera adoración y alabanza a Dios. Las iglesias que así actúan, su visión es corta y su extensión hacia lo que debe apuntar que es “la extensión del reino de Dios” no llegará a producirse, ni a reproducirse y por consiguiente quedarán para vegetar.

El Señor Jesús tuvo un encuentro con algunos fariseos que le reclamaban “¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan. Él respondiendo, les dijo:¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? ... “Hipócritas bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra, más su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres” Mateo 15: 1-20.

Vidas Sagradas y Consagradas es lo que se necesita llevar hoy en día y no tener “vacas sagradas” que para nada alimentan ni bendicen, son solo objetos que no conducen a la unción. Siempre se está mirando el vaso por fuera pero nunca se quiere mirar el vaso como está por dentro.

Debe haber un despertar en nuestras Iglesias por crear un ambiente que lleve a engrandecer y enriquecer la vida del creyente en todas sus facetas para su crecimiento, desarrollo y madurez espiritual, animándoles a profundizar en la Palabra, hacer evidente las vivencias y experiencias que se tienen con el Señor, conduciéndoles a que lleven Vidas Sagradas y Consagradas, restando importancia a aquello que puede distraer, distorsionar y desanimar sin motivos y sin razón.

Que Dios bendiga a cada lector y saque el mejor provecho para su vida espiritual.